Abrir el grifo y que salga agua es imposible para 900 millones de personas en el mundo. Sin embargo, la declaración de la Asamblea de Naciones Unidas en la que se estable que el acceso al agua potable es un Derecho Humano Fundamental augura esperanza.
El acceso al agua potable es indispensable para vivir dignamente y es condición previa para la obtención de otros Derechos Humanos. A los 900 millones de personas que no tienen agua, hay que añadirle los 2.500 millones que sólo pueden acceder a este recurso a más de tres kilómetros de distancia de sus hogares. Pero sobre todo, al millón y medio de niños menores de cinco años que mueren cada año por enfermedades asociadas a la falta de agua potable (diarreas, cólera, fiebre tifoidea, hepatitis A y E, etc.).
El pasado 28 de julio, la Asamblea de Naciones Unidas aprobó una medida que "declara el acceso al agua potable limpia y segura y al saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute del derecho a la vida", y que insta a todos los países y organizaciones internacionales a aportar recursos financieros y tecnología para lograr hacer efectivo este Derecho.
Esta iniciativa ya se había apoyado desde nuestra Comunidad Autónoma durante la EXPO 2008. Cuando en el pabellón FARO se recogieron 108.601 firmas de visitantes que estaban a favor del reconocimiento de este Derecho.
Es por todo ello, por lo que esta mañana Zaragoza ha celebrado un brindis (con agua), con el que se pretende cerrar una etapa de reivindicación y dar paso a nuevos horizontes de lucha para asegurar que el agua potable y el saneamiento básico sean una realidad universal.
Departamento de Comunicación
Laura Quintín Gabás
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