martes, 24 de mayo de 2011

Manifiesto de apoyo al movimiento 15 M desde Nicaragua



Dada la difícil situación económica y social que desde hace años está viviendo España -con la tasa de desempleo más alta en toda la historia de la democracia- y, sobre todo, debido al descrédito en que ha caído la clase política, el pasado domingo surgió espontáneamente un movimiento cívico y pacifista que resume la indignación de los españoles ante la enorme crisis del sistema que estamos sufriendo.

Este movimiento se concretó con manifestaciones en la mayoría de las ciudades españolas, pero especialmente en la Puerta del Sol, el corazón de Madrid, y bebe de las protestas que desde hace tiempo se han ido sucediendo en otros países como Islandia, Grecia, Egipto, Túnez…

Este movimiento no se vincula con ninguna tendencia política, ni apoya partido alguno, muy al contrario reivindica el acercamiento de la clase política a los ciudadanos ya que, desde hace tiempo, no se sienten representados por sus dirigentes, cada vez más alejados de las necesidades reales de la gente.

Pretendemos manifestarnos no sólo hasta las elecciones, sino hasta que consigamos los cambios que reivindicamos. Este es un acto de protesta por el estado presente de cosas, desde la manipulación política, el bipartidismo, la crisis y las injustas salidas a ésta: recortes de derechos sociales, privatización de lo público, rescate a bancos. Vivimos en un estado de precariedad y de frustración, donde parece que nos podemos hacer nada para cambiar las cosas, como si se tratase de un destino frente al que solo nos queda resignarnos.

La manifestación de 15M y la acampada de Sol, al igual que las que se están produciendo en el resto de ciudades y pueblos del Estado Español no es una cosa de jóvenes, radicales o antisistema. Es un acto colectivo de todas y cada una de las personas que nos sentimos interpeladas de maneras muy diferentes por lo que estamos viviendo actualmente; un acto contra la resignación, contra la frustración y el miedo. Un acto de afirmación: juntos podemos cambiar las cosas.

Nadie quiere renunciar a ese impulso que se ha activado, a hacer posible lo que nos dicen que es imposible, a tomar la palabra y sentir que podemos cambiar las cosas, esta vez, de verdad.
Por eso, estamos aquí concentrados, frente a la Embajada Española en Managua, la representación oficial de nuestro Estado. Estamos aquí, apoyando el movimiento de cambio pacífico, porque nosotras y nosotros, ciudadanos del Estado Español en el extranjero, también queremos estar en las Plazas. Al mismo tiempo invitamos a todas las personas, independientemente de su nacionalidad a compartir con nosotras/os nuestro compromiso con un mundo más justo que coloque al ser humano en el centro del modelo de desarrollo social y económico, que no supedite las necesidades de la gente a las exigencias de los poderes económicos. Estamos hartas y hartos del sistema y por eso nos concentramos pacíficamente.

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